Ante el creciente número de casos que se han presentado tanto en México como en el mundo; es importante destacar cómo se verá afectada la economía mexicana derivado de esta pandemia. Para iniciar es importante recapitular que el crecimiento económico en nuestro país enfrentaba desde antes un panorama complejo y retador para el año 2020; toda vez, que durante los 18 meses que lleva la administración vigente se ha ralentizado el crecimiento e inversión de nuestro país debido a múltiples factores como la falta de confianza y credibilidad por parte de los inversores.
Dicho lo anterior, México enfrenta uno de los panoramas económicos más complejos al igual que otros países considerados como economías emergentes; y es que a pesar de los esfuerzos que ha habido por apoyar la economía, el consumo local y la producción, éstas se han visto severamente afectadas; ya que la cadena de suministro termina por alcanzar a todos.
En primer lugar, la empresa productora de materia prima que no tendrá un consumidor, toda vez que, ¿quién necesita materia prima para producir algo que no se va a consumir? En este segundo término el productor de bienes se ve afectado pues disminuirá la demanda de aquellos productos que no son “indispensables” para la vida. Siguiendo dicha cadena, muchos proveedores de servicios no recibirán ingresos debido a que los productores no cuentan con la liquidez necesaria para mantenerlos; y por último y quizás la población más vulnerable en este sentido, serán los empleados y es que, a la falta de ingresos por ventas, ha iniciado el despido o reducciones en sueldos sin mayor argumento que “no hay dinero, porque el lugar de trabajo cerró”.
Entonces, es importante recalcar que se deberá cuidar enérgicamente el aprovechamiento de recursos; sin embargo, solo incrementa la desaceleración de la economía. Por lo anterior, una de las principales funciones de los Gobiernos ante la crisis económica es realizar intervenciones ante externalidades que en definitiva afecta a todos los ciudadanos. La mayor parte de los apoyos económicos en nuestro país han sido brindados por los gobiernos estatales; sin embargo, es de vital importancia que el Gobierno Federal se pronuncie en este sentido con la finalidad de minimizar el impacto económico derivado del COVID-19.
Así que, ¿Cuál es el trabajo de todos los ciudadanos?
La población debe mantener en medida de lo posible el consumo de forma local, apoyando específicamente a los micro y pequeños empresarios, toda vez que sustentan cerca del 50% del Producto Interno Bruto de nuestro país; no obstante, en todo momento cuidando el despilfarre de los recursos.
De igual forma, es imprescindible que se sigan las indicaciones de la Secretaría de Salud y la Organización Mundial de la Salud; ya que tan pronto se regularice la vida social y se pueda volver a las calles, será el momento de reactivar todo, trabajar más fuerte, generar mayores fuentes de empleo, incrementar la productividad, aprender a ser más eficientes con los recursos y sobre todo estar preparados para futuros inciertos donde es indispensable que se generen ahorros, exista unidad social y un consumo moderado de productos.
Por último, y no menos relevante es que se generen medidas Gubernamentales que contribuyan al desarrollo de la población más vulnerable, para evitar que sigan viviendo día a día; y que pueda hacer frente a situaciones desfavorables ocasionadas por factores externos.
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